Artículo 130
La vida sí tiene propósito
En antaño, la gente iba todos los domingos a “misa” como parte de su adoración a Dios. Pero eso ha ido cambiando. Ahora son muy pocos los que acuden a sus iglesias. Según un estudio reciente, muchas iglesias están siendo cerradas por falta de feligreses.
¿Qué es lo que está pasando? Según esa misma fuente de información la gente ha perdido su “devoción” o el interés a Dios. La razones son varias: Algunas por cómo se comportan sus líderes religiosos. Otros por falta de intereses espirituales.
Sea por lo que sea, la Biblia ya predijo que para nuestros tiempos, “los últimos días”, la gente sería así, “amarán los placeres en vez a Dios” o “aparentarán tener devoción a Dios, pero en realidad están negando el poder de esa devoción” (2 Timoteo 3:1-5).
Y es que con el concepto que ha impuesto este “sistema de cosas [sociedad]”, que para ser felices tenemos que tener mucho dinero, un buen trabajo y muchos placeres. Ante tal concepto, no necesitamos a Dios para nada. Aparentemente ya somos felices.
Me viene a la mente las palabras que dijo Pablo en su carta al pueblo de Corintio, que eran exactamente así. Él dijo: “comamos y bebamos, porque mañana moriremos” (1 Corintios 15:32). Ellos habían cifrado su confianza en lo material no en lo espiritual.
Que error. Ya hemos comentado en este blog muchas veces que el ser humano depende de Dios para todo (Salmos 36:9). Que sí, que podemos seguir creyendo que todo lo que hay en esta vida es; nacer, crecer y morir, como piensan muchos que no tiene esperanza.
Pero eso no es lo que enseña la Biblia. La vida tiene un propósito. Dios no nos creo simplemente para nada, o como muchos dicen “para sufrir”. Cuando nos creo fue con un propósito, a saber, vivir para siempre aquí en la tierra (1 Juan 2:17).
Que las cosas se torcieron, eso no indica que Dios haya cambiado su propósito, simplemente ha tenido que hacer otros movimientos para que se cumpla. Pero cumplir, fijo que se cumplirá, nos asegura su palabra (Isaías 55:11). Saludos.